La gran boda india

¡Muy buenos días a todos!. Hoy os voy a contar la boda india en la que estuvimos el lunes Iñigo, Elena y yo.

El jueves conocimos a un indio en un bar (al que os conté que van todos los expatriados) y por lo visto era muy amigo de los becarios del año pasado. Resulta que nos invitó a la boda del hijo de un amigo suyo y el sábado nos trajo a casa la invitación.

La boda empezaba a las 5,30 de la tarde en casa del novio (empezaba en casa del novio porque nosotros eramos invitados del novio, los invitados de la novia estaban en casa de la novia). La casa del novio estaba súper decorada. Parecía una enorme carpa porque tenían telas de colores que bajaban desde la terraza hasta la calle, por lo que la sensación era de estar entrando en una tienda de campaña gigante que además de la tela tenía un montón de bombillitas. Había una banda de música compuesta de unos 30 indios que tocaban la trompeta, el tambor, panderetas... y como 7 pajes que lo que hacían era bailar como locos posesos.

Lo de la casa del novio es un ritual que consiste en ponerle el turbante que parece la cresta de un gallo al novio y a todos sus familiares varones. El novio va vestido con una túnica blanca y dorada y le ponen una especie de cortina que le cubre la cara y que es de brillantes. Luego le sientan en una silla y la gente le empieza a dar dinero y a meterle en la boca una especie de bolitas blancas dulces asquerosas que cada vez que me daban una a mi me la metía en el bolso.

A la salida de la casa todos bailamos con la música de la banda (adjuntaré video de nosotros bailando) y el novio se monta en un caballo que lleva una especie de manta dorada. En teoría el novio va a caballo hasta la boda pero como estaba muy lejos sólo fue a caballo hasta el coche que estaba a la entrada de la casa. Nos fuimos en coche con el tío del novio hasta la puerta de la finca donde se celebraba la boda y como a 200 metros, todos los coches pararon en medio de la carretera y los familiares del novio empezaron a hacer botellón. Literalmente botellón y literalmente en medio de la carretera. Abrieron el maletero del coche y sacaron botellas de whisky y empezaron a ponerse copas como locos.

Estuvimos en el arcén de la carretera como una hora y luego el novio se volvió a subir al caballo para entrar en la finca. La procesión tardó como una hora en llegar desde la entrada de la finca hasta el lugar de la boda porque ibamos todos bailando delante del caballo del novio con la banda de música. Los familiares de los novios les daban dinero a los músicos y tiraban billetes al aire. Al llegar al sitio de la boda, estaban esperando los familiares de la novia y se intercambiaron collares de flores: el padre con el padre, la madre con la madre, el abuelo con el abuelo, la hermana con la hermana... y luego se ponían a rezar. Estuvimos un buen rato con lo de los collares.

Luego entramos en una explanada GIGANTE que estaba increíblemente decorada con telas, miles de lucecitas, mesas, jaimas... y un escenario muy grande donde se sentó el novio a esperar a la novia. Habría unas 500 personas. Las invitadas iban vestidas con saris con miles de brillantes y de muchos colores muy brillantes y el conjunto era muy precioso. Mientras se esperaba a la novia los invitados cenábamos y la cena consitía en el buffet más grande que he visto en mi vida. La mesa del buffet podía tener 600 metros de largo y había como 200 camareros sólo para servir el buffet que tenía DE TODO. Al ser una boda hindú no había ni carne ni alcohol porque todo debía ser puro y no estar adulterado. Había un buffet de verdura, de pasta, de comida india, de sopas, de ensaladas, ¡DE PAN!... En serio, DE TODO.

Mientras estábamos sentados cenando apareció la novia que llevaba un traje lleno de pedrerías, miles de collares y pulseras y cosas que le colgaban de los brazos. Estaba impresionante (ya lo veréis en las fotos que colgaré esta tarde). La novia se sentó al lado del novio en el escenario y la gente se acercaba a hacerse fotos y a darles dinero.

Después de cenar nosotros, los novios se sentaron a cenar y como a las 3 de la mañana empezó el ritual de la boda. Los novios se sentaron en una jaima que tenía un fuego en medio. Los invitados que quedábamos, que éramos como unos 30 (los demás se habían ido ya) nos sentamos alrededor de la jaima. Empezaron a hacer unos rituales conducidos por una especie de gurú vestido de rosa que les ponía el punto rojo en la frente, la novia le daba de comer al novio y luego el novio a la novia, se decían cosas... Al final los novios se ataron los chales que llevaban y la novia dio tres vueltas alrededor del fuego con el novio detrás y luego el novio dio cuatro vueltas con la novia detrás.

Los novios ya estaban casados y se volvieron a sentar en la jaima y los invitados les siguieron dando dinero. El final de la boda es lo que se llama el "doli" y consite en que la novia se monta en una especie de carroza llena de flores, llevada por dos indios y se va a casa del novio (que en este caso fue hasta el coche por las distacias), y en ese punto todo el mundo llora porque el simbolismo es que la novia deja el hogar paterno para empezar una nueva vida, y eso disgusta mucho a todo el mundo.

Llegamos a casa como a las 6 de la mañana y ántes de bajarnos del coche nos dijo nuestro amigo indio que lo de hoy sólo había sido la ceremonia de la boda, que la celebración era este miércoles y que por supuesto estábamos invitados. A Elena, Iñigo y a mi se nos abrieron mucho la boca y los ojos y pensamos que si eso era "sólo" la ceremonia, cómo debería ser la celebración. Ayer al final no fuimos a la celebración pero tendremos muchas oportunidades porque a los indios les encanta que vayas a sus bodas. Los tres parecíamos monos de feria y no paraban de hacernos fotos y de ser súper amables con nosotros. Iñigo hizo muchas fotos, y le dejaban fotografiar lo que él quisiera, como si fuera de la familia. Esta tarde colgaré fotos de Iñigo porque ha hecho algunas PRECIOSAS de la boda y así veis lo buen fotógrafo que es y lo famoso que se va a hacer.

Esta mañana hemos firmado el contrato del piso después de una dura negociación en la cual el casero estuvo a punto de romper el contrato y decir que se cortaban las relaciones. Es un piso muy pequeño pero muy mono y sobre todo MUY LIMPIO (cosa que no es fácil de encontrar en India). Está sin amueblar pero el vecino de Cristóbal (que es indio) se ha ofrecido a acompañarnos al mercado el sábado para comprar los muebles y que no nos timen, porque aquí, sólo por ser occidental te timan en todo. Los supermercados no tienen los precios de los productos y te cobran en la caja lo que a ellos les da la gana, y lo mismo con los ricksaws, con la ropa... Todavía no me he comprado NADA de ropa pero me han dicho que hay muchísimos mercados y que las becarias de otros años han arrasado. Si os digo la verdad ni siquiera hemos ido a visitar la parte antigua de la ciudad, espero que podamos ir este fin de semana a hacer un poco de turismo porque hasta ahora lo que he visto es de casa a la ofi y de la ofi a casa. Ahora que por fin hemos firmado el contrato espero que podamos movernos más. Los becarios se van este fin de semana de viaje pero creo que Iñigo y yo nos quedamos a rematar el tema de la casa y a comprar los muebles.

Os echamos mucho de menos a todos y nos encanta que nos dejéis comentarios. Esta tarde colgaré alguna foto de la boda para que os podáis hacer una idea de lo que fue. Iñigo está deseando poder escribir y le da mucha envidia que yo escriba y lea vuestros comentarios al instante, aunque yo todos los días de los imprimo para que los lea. En cuanto nos pongan internet en casa (que hasta dentro de una semana o así no será porque nos indios son MUY pesados) seguro que escribe muchísimo porque va apuntando en un cuaderno lo que le pasa cada día. (Mary: cuaderno de pensamientos). A lo mejor le sale su primer trabajo como fotógrafo para la boda de una rumana que se casa con un indio en marzo aquí en Nueva Delhi. Han quedado el sábado para que Iñigo le enseñe sus fotos y ver si le gustan y le contratan. Espero que os pueda contar él qué tal le ha ido la reunión. Yo cada día parece que voy teniendo algo más de trabajo. Me ocupo sobre todo de los productos agroalimentarios (exportación de vino y aceite), pero también de mobiliario, de maquinaria agrícola (apasionante), de cerámica, de juguetes... y también de localizar ferias para que vengas las empresas y de seleccionar concursos y licitaciones que puedan ser interesantes. Me llegan varias consultas al día de empresas españolas del tipo "¿Me podrías dar la lista de fabricantes indios de baños y duchas con hidromasaje?" y yo me pongo a buscar como una loca en las bases de datos para mandárselo. Lo bueno es que estamos casi todos los becarios en el mismo cuarto así que es muy divertido.

Un besazo enorme a todos de parte de los dos.