Khajuraho y Orchha (el remanso de paz)

Después de tanto tiempo sin actualizar el blog (la entrada de la entrevista a Sunita merecía estar en primera plana por lo menos una semana), hoy os vamos a contar nuestra escapada de fin de semana a los pueblos del sur de Delhi: Khajuraho y Orchha.

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Llegamos el sábado por la mañana en avión (como Marqueses) a Khajuraho y una furgoneta muy lujosa nos fue a recoger al aeropuerto para llevarnos a nuestro hotel (no tan lujoso pero con un jardín muy cuco) en pleno centro de Khajuraho.

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Dejamos las maletas y nos fuimos a los templos indo-arios, los más bonitos eran los del conjunto occidental, al norte del pueblo. Son unos templos muy guarros llenos de figuras con posturas del kamasutra, pero están dentro de un parque muy cuidado y son muchos (aunque visto uno, vistos todos) así que paseamos por el parque, contemplamos los templos y nos asamos de calor.

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Luego fuimos en busca de los templos de oriente, al sur del pueblo, pero nos perdimos y no los vimos, aunque el paseo al atarceder fue muy bonito.
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Al llegar al hotel abri mi cama y ¡¡¡SORPRESA!!! ¡¡¡Manchas sospechosas por toda la sábana!!! Tras bajar a recepción, pedir sábanas nuevas, matar 12.000 mosquitos que volaban a sus anchas por la habitación y bajar a la tienda de en frente del hotel a comprar repelente, nos fuimos a dormir.

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A la mañana siguiente nos fuimos a Orchha en coche: 175km en 4 horas. Pero el viaje muy bonito, atravesando pueblos y sembrados. Orchha está como en medio de la jungla, con mucha vegetación y es un pueblo muy tranquilo y precioso, lleno de monumentos, palacios, templos... que estaban muy mal conservados pero Iñigo dice que eso le suma encanto. Yo nose nose...

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El pueblo era muy tranquilo, aunque estaba lleno de gente pero no te agobiaban ni te paraban intentándote vender cosas. Las calles estaban llenas de tiendas de antiguedades y cuando entrabas en una te daban una linternita para que pudieras ver el interior, que estaba a oscuras. Al ser el lunes el Día de la República, había muchas celebraciones y la gente estaba de muy buen humor. En la plaza del pueblo (que me recordaba mucho a cualquier plaza de cualquier pueblo español) había un montón de sadhus sentados cantando y la gente les daba comida o dinero (yo les hacía fotos).

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Seguimos paseando y nos encontramos con un árbol enorme, del que cuelgo foto porque Iñigo dice que a su padre seguro que le encanta. Las raíces habían crecido tanto que se habían metido en el muro que lo rodeaba. Muy chulo. (Eso tan pequeño que hay al lado del árbol soy yo, para que veáis la grandeza del mismo).

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Tras este bonito paseo nos fuimos al hotel. La increíble residencia del Marajá. Con unos jardines súper cuidados, una cocina excelente y las habitaciones con sábanas limpias, agua caliente y equipadas con anti mosquitos. Nuestro capricho de fin de semana.

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El lunes, de vuelta a Delhi....... EN TREN. Horrible. Se retrasó 4 horas así que al final llegamos a casa tardísimo. Yo que creía que me iba de India sin coger un tren... Llegamos a la estación y había varios grupos de ingleses y japoneses, a los que yo me acercaba mucho porque en el caso de haber una rata, ellos gritarían y me avisarían del peligro, mientras que como para los indios es sagrada no supone ningún trauma el verla.

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Yo intentaba no mirar a la vía, porque sé que ahí es por donde corretean los roedores y porque estaba llena de perros dispuestos a cazar una... pero era irresistible y miré y estaba LLENA de ENORMES ratas. Así que me pasé el viaje obsesionada con que se habían subido al tren y cada vez que alguien abría la puerta del vagón miraba a ver si se colaba alguna. Iñigo iba tan pancho sin importarle lo más mínimo que una rata se le pudiera subir al pie mientras leía plácidamente... (me obliga a añadir que no vi ninguna rata en el tren).

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En general ha sido un finde muy bonito y tranquilo, en el que hemos descansado mucho y comido muy bien. Siento que esta entrada sea tan breve pero mañana entrego mi Estudio de Mercado de muebles (está Iñigo ahora mismo corrigiéndome las faltas como buen escritor profesional que es). Como este fin de semana nos quedamos en Delhi, prometo actualizar, más largo, y contanto más de nuestra vida cotidiana en estos lares.

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Me alegra enormemente el poder anunciar la ESPERADA visita de Pirucha el 20 de febrero, a la que nos morimos de ganas de ver y de abrazar.... ¡¡¡¡¡YUUUUUU JUUUUUUUUU!!!!!!!! y darle de nuevo las gracias al grupazo y a Lama por el súper video resumen del viajazo que hicieron.