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Aquí estoy a pocas horas de coger el avión de vuelta a Madrid, escribiendo desde casa de Iñigo y Marina para contaros un poco de los tres intensos días que he pasado en Delhi.
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Tendría que haber llegado el jueves por la noche, pero a las pocas horas de vuelo el comandante dijo que se había estropeado el ordenador del avión, y que resultaba peligroso aterrizar así en Delhi pero no volar, por lo que dábamos la vuelta y aterrizaríamos de nuevo en el aeropuerto de Amsterdam para cambiar de nave. Así que el viaje se alargó y no llegué a Delhi hasta las 4,30 de la mañana. Y allí estaba la pobre Marina esperándome al pie del cañon, con el chofer aguardando en la calle.
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En encuentro fue muy esperado: Marina está exactamente igual, por lo que es como si no hubiera pasado el tiempo. Hacía bastante calor, aunque ya estaba avisada por lo que tampoco fue impactante. Lo único que logró sorprenderme en mi estado fue algo que Marina calificó de INDIADA, y es que el chófer metió mi maletón en el asiento del copiloto a través del asiento del conductor, empujando fuerte la maleta para salvar el volante, cuando la puerta del copiloto funcionaba perfectamente ¿?¿? El camino hasta casa fue corto, era de noche, y después de dos días sin dormir tampoco logras ver mucho por la ventana. Llegamos a casa, en la que no estaba Iñigo porque se había marchado a Nepal a recoger su visado, y fuimos directas a la cama para aprovechar las poquitas horas de sueño que pudimos arrancarle al día. Tal era el agotamiento que se me olvidó quitarme las lentillas, y cuando 3 horas después nos despertamos tenía los ojos como si me hubiera estado apuntando a ellos un secador de pelo 10 minutos… y como no traje gafas tuve que conformarme con quitármelas una hora antes de lanzarnos a la jungla a cumplir con nuestra apretada agenda.
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Mi viaje es de visita personal a Iñigo y Marina. Son tres días completos de estancia, e igual hubiera ido si se hubieran marchado a una plataforma petrolífera en mitad del Pacífico. Así que me centraré en contaros su vida y cómo están, que en hablaros de la India; puesto que en mi viaje es tangencial, aunque con alguna referencia ya que entiendo el interés del foro. Adelantaros que Delhi me ha gustado en cuanto a cómo lo viven Iñigo y Marina: no es una ciudad hostil, Marina dice que he tenido suerte porque he tenido días luminosos y sin boina de polución; está llena de parques preciosos, el barrio donde viven es una monada y la casa de los becarios está muy cerquita; la comida es buenísima y hay tiendas de barrio donde venden de todo a 4 minutos andando de su casa. Y no me ha recorrido la espina dorsal un escalofrío de estupor. Debo ser más frívola.
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El viernes Marina se había pedido el día libre para poder estar juntas. Ya os digo que dormimos 3 horitas, aunque muy intensamente. Así que la primera mañana estábamos muy enérgicas. La casa es ideal, es como la de Carrie en Sex and the City; igual igual. La tienen muy mona puesta y muy cómoda. Pero Marina y yo teníamos mucho que ponernos al día en cuanto a chismes y charlas, y hasta el sábado al mediodía que llegó Iñigo de Neapal nos dedicamos a chismorrear de la mejor manera posible: SHOPPING. Y es la mejor manera posible porque estas haciendo algo más que sentarte en una cafetería a hablar, pero no algo tan trascendente como para desviar la atención de una conversación jugosa. Y así recorrimos los mejores mercados de Delhi, que Marina se conocer como si hubiera nacido aquí. Ibamos directas a los mejores puestos, ella sabía que se compra en cada lado, y es un espectáculo verla negociar en Indie:
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- “aaaaahhhhh???!!!! Me estás subiendo ese vestido (de Homeless, por cierto) diez céntimos de euro más de lo que te quiero pagar???? Me estás matando, avaricioso… es como si me clavas una daga en el estómago!!!!! Te doy cien rupias y es muy buen precio, soy muy buen cliente. Adios!!!!!!”
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Y me cogía Marina del brazo y me decía: venga vámonos que este Indio es un capullo.
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Pero claro: yo le decía:
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- “ ya bueno Marina, pero es que el vestido me gusta mucho, y en el fondo son 10 céntimos de euro… porqué no volvemos al puesto?”
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Y marina lo tenía clarísimo: tranquila que ahora me llama de vuelta. Tía es que una no puede dejar que le timen, aunque sean 5 céntimos… Entonces se asomaba el indio y decía:
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- “Come back”
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Y Marina contestaba:
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- “ No me hagas volver para nada. Ni siquiera me gusta tanto el vestido así que solo llamame si es para dármelo por 100 rupias”.
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Y así ocurría. Les pagábamos y con el dinero bendecían la ropa. Resulta que para los indios comerciantes es muy importante que el primer cliente del día cierre una compra. Así que si vas muy a primera hora te bajarán el precio hasta unos límites que nunca alcanzarían más avanzado el día. Dicen “good price, first customer”. Y Marina sabe los puestos en que tienen las cosas más chulas, pero más caras, a los que hay que ir como primer cliente para conseguir los mejores precios. Y de este modo compramos telas, vestidos, pulseras… y mientras hablábamos y hablábamos….
También aprovechamos para hacer cosas de bricolaje en su casa, pusimos un mantel nuevo, tiras recoge cortinas, un espejo de cuerpo entero, Marina le perdió el miedo al color y compró un cojín naranja para su sofá…
Marina se ha apuntado a clases de Yoga con una profesora que va 3 días a la semana a casa de las Becarias. Y el viernes nos fuimos a una sesión. La profesora es guapísima y muy jovencita y fue una clase estupenda, aunque Marina tiene un largo recorrido son su elasticidad pero me ha prometido mantener el ritmo.
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Estuvimos también en Old Delhi para comprar las cuentas de plata encargo de Carola, y en búsqueda nos recorrimos un buen rato sus callecitas, guiados por supuesto por Abdul
el guía sin pierna que nada más rápido que tu, al que Marina admitió que cada día ve mas guapo. Adjunto vídeo para que juzquen los bloggeros.
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En encuentro fue muy esperado: Marina está exactamente igual, por lo que es como si no hubiera pasado el tiempo. Hacía bastante calor, aunque ya estaba avisada por lo que tampoco fue impactante. Lo único que logró sorprenderme en mi estado fue algo que Marina calificó de INDIADA, y es que el chófer metió mi maletón en el asiento del copiloto a través del asiento del conductor, empujando fuerte la maleta para salvar el volante, cuando la puerta del copiloto funcionaba perfectamente ¿?¿? El camino hasta casa fue corto, era de noche, y después de dos días sin dormir tampoco logras ver mucho por la ventana. Llegamos a casa, en la que no estaba Iñigo porque se había marchado a Nepal a recoger su visado, y fuimos directas a la cama para aprovechar las poquitas horas de sueño que pudimos arrancarle al día. Tal era el agotamiento que se me olvidó quitarme las lentillas, y cuando 3 horas después nos despertamos tenía los ojos como si me hubiera estado apuntando a ellos un secador de pelo 10 minutos… y como no traje gafas tuve que conformarme con quitármelas una hora antes de lanzarnos a la jungla a cumplir con nuestra apretada agenda.
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Mi viaje es de visita personal a Iñigo y Marina. Son tres días completos de estancia, e igual hubiera ido si se hubieran marchado a una plataforma petrolífera en mitad del Pacífico. Así que me centraré en contaros su vida y cómo están, que en hablaros de la India; puesto que en mi viaje es tangencial, aunque con alguna referencia ya que entiendo el interés del foro. Adelantaros que Delhi me ha gustado en cuanto a cómo lo viven Iñigo y Marina: no es una ciudad hostil, Marina dice que he tenido suerte porque he tenido días luminosos y sin boina de polución; está llena de parques preciosos, el barrio donde viven es una monada y la casa de los becarios está muy cerquita; la comida es buenísima y hay tiendas de barrio donde venden de todo a 4 minutos andando de su casa. Y no me ha recorrido la espina dorsal un escalofrío de estupor. Debo ser más frívola.
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El viernes Marina se había pedido el día libre para poder estar juntas. Ya os digo que dormimos 3 horitas, aunque muy intensamente. Así que la primera mañana estábamos muy enérgicas. La casa es ideal, es como la de Carrie en Sex and the City; igual igual. La tienen muy mona puesta y muy cómoda. Pero Marina y yo teníamos mucho que ponernos al día en cuanto a chismes y charlas, y hasta el sábado al mediodía que llegó Iñigo de Neapal nos dedicamos a chismorrear de la mejor manera posible: SHOPPING. Y es la mejor manera posible porque estas haciendo algo más que sentarte en una cafetería a hablar, pero no algo tan trascendente como para desviar la atención de una conversación jugosa. Y así recorrimos los mejores mercados de Delhi, que Marina se conocer como si hubiera nacido aquí. Ibamos directas a los mejores puestos, ella sabía que se compra en cada lado, y es un espectáculo verla negociar en Indie:
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- “aaaaahhhhh???!!!! Me estás subiendo ese vestido (de Homeless, por cierto) diez céntimos de euro más de lo que te quiero pagar???? Me estás matando, avaricioso… es como si me clavas una daga en el estómago!!!!! Te doy cien rupias y es muy buen precio, soy muy buen cliente. Adios!!!!!!”
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Y me cogía Marina del brazo y me decía: venga vámonos que este Indio es un capullo.
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Pero claro: yo le decía:
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- “ ya bueno Marina, pero es que el vestido me gusta mucho, y en el fondo son 10 céntimos de euro… porqué no volvemos al puesto?”
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Y marina lo tenía clarísimo: tranquila que ahora me llama de vuelta. Tía es que una no puede dejar que le timen, aunque sean 5 céntimos… Entonces se asomaba el indio y decía:
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- “Come back”
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Y Marina contestaba:
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- “ No me hagas volver para nada. Ni siquiera me gusta tanto el vestido así que solo llamame si es para dármelo por 100 rupias”.
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Y así ocurría. Les pagábamos y con el dinero bendecían la ropa. Resulta que para los indios comerciantes es muy importante que el primer cliente del día cierre una compra. Así que si vas muy a primera hora te bajarán el precio hasta unos límites que nunca alcanzarían más avanzado el día. Dicen “good price, first customer”. Y Marina sabe los puestos en que tienen las cosas más chulas, pero más caras, a los que hay que ir como primer cliente para conseguir los mejores precios. Y de este modo compramos telas, vestidos, pulseras… y mientras hablábamos y hablábamos….
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.También aprovechamos para hacer cosas de bricolaje en su casa, pusimos un mantel nuevo, tiras recoge cortinas, un espejo de cuerpo entero, Marina le perdió el miedo al color y compró un cojín naranja para su sofá…
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. .Marina se ha apuntado a clases de Yoga con una profesora que va 3 días a la semana a casa de las Becarias. Y el viernes nos fuimos a una sesión. La profesora es guapísima y muy jovencita y fue una clase estupenda, aunque Marina tiene un largo recorrido son su elasticidad pero me ha prometido mantener el ritmo.
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Estuvimos también en Old Delhi para comprar las cuentas de plata encargo de Carola, y en búsqueda nos recorrimos un buen rato sus callecitas, guiados por supuesto por Abdul
el guía sin pierna que nada más rápido que tu, al que Marina admitió que cada día ve mas guapo. Adjunto vídeo para que juzquen los bloggeros.
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Iñigo está muy guapo con el pelo corto, un poquito más delgado si te fijas porque te preguntan, pero nada en plan: ooohhhh Dios Mío aliméntate!!!
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Iñigo negocia los Ricksaws como el más hábil de los lugareños. Incluso le llegó uno a decir: precio de Indio? Estás loco, eres blanquito. También negocia en Indie. Aunque lo mejor de todo es verle negociar una pashmina. La coge, y suavemente acaricia la tela con dos dedos mientras su mirada se pierde en el horizonte como para sentir mejor la proporción de seda. Entonces mira fijamente al indio y mientras balancea la cabeza de un lado a otro con las comisuras de los labios apuntando hacia abajo, dice: 500 no. 200. Y el indio sabe que con Iñigo no se juega en asunto: pashminas.
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Han sido 3 días muy intensos y muy divertidos, y si puedo volveré de visita. Y me voy muy contenta de verles tan bien.
Iñigo está muy guapo con el pelo corto, un poquito más delgado si te fijas porque te preguntan, pero nada en plan: ooohhhh Dios Mío aliméntate!!!
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Iñigo negocia los Ricksaws como el más hábil de los lugareños. Incluso le llegó uno a decir: precio de Indio? Estás loco, eres blanquito. También negocia en Indie. Aunque lo mejor de todo es verle negociar una pashmina. La coge, y suavemente acaricia la tela con dos dedos mientras su mirada se pierde en el horizonte como para sentir mejor la proporción de seda. Entonces mira fijamente al indio y mientras balancea la cabeza de un lado a otro con las comisuras de los labios apuntando hacia abajo, dice: 500 no. 200. Y el indio sabe que con Iñigo no se juega en asunto: pashminas.
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Han sido 3 días muy intensos y muy divertidos, y si puedo volveré de visita. Y me voy muy contenta de verles tan bien.
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11 comentarios:
Genial Leticia!
Has estado genial! una pena que el viaje fuera tan corto, podríamos haber disfrutado más leyendo tus historias!!
Iñigo y Marina cada vez son más indios, como controlan los tios!
recuerdo que con ella también aprendí la verdadera esencia del regateo: regateo por 20 centimos, regateo por 10 centimos, regateo por 5 céntimos....!!! e Iñigo detrás "azuzando" : "si, hay que regatear, que no vamos a ir de pardillos, a mi precio Indio!!"
En "Fabindia" la cosa se ponía más europea....
Me queda una duda: quién te hizo la foto en el avión???
bs!!
Marina ( Pinto)
jajajaajajajaja
me ha llamado mi mujer para decirme que me metiera en el blog, que leticia es una cachonda!! jaja... veo que las narraciones vienen de familia, no? que bien escribís! muy bueno el post, si señor. como has comprobado, se desenvuelven de una manera espectacular y les va de maravilla. me alegro que hayas podido ir a ver a tu hermana yh hayas comprobado in situ que son dos indios más!
besos a todos y a ver si les ponen internet porque al parecer a los indios les apeteció darles de baja.
besos a todos.
PINTO
Leti...absolutamente genial! Veo que lo has pasado pipa y me encanta saber que Iñigo y Marina siguen tan geniales como siempre!
Un beso fuerte,
Pilar LO
Leti!!!! Todavía has hecho que me entren muchas más ganas de ir!! Marina... agosto me lo pido. Besos
Mienmano, el chief del regateo!
Abrazos a todos
Leticia, que bien escribes...! Me ha encantado todo lo que cuentas y como lo cuentas.
Yo también tengo la misma duda de Marina (Pinto). Quién te hizo la foto del avión? Y, además de hacértela, estuvo callado/a o te dió la vara todo el vuelo?
Me ha contado Iñigo que les has dejado la casa ideal...
Besos
Pirucha
Leticia....1,2,3 ...manifiéstate!! Queremos que nos cuentes quien te hizo la foto en el avión...!!
Marina ( Pinto)
Tranquilas chicas que os saco de
dudas... No soy tan mongui como para
Pedirselo al primero que pase por el
Pasillo con el riesgo de que lo
Interprete como ganas de entablar amistad en
un viaje de 8 horas!!!! Fue una amable
Azafata
Bueno, y ya no ha pasado nada más en India desde que tu hermana se fué....??
no hay más novedades, más noticias, más vida....???!!!!
Sin embargo aquí, en Madrid, tenemos muchas noticias, por ejemplo, hay huelga de Metro ( notición!), y ha cambiado el tiempo y está haciendo frio ( otro notición!)....
vengaaaaaa....contarnos cositas, no?
Muchos besos
Por cierto el anterior mail es mio: MARINA ( PINTO)
Esta tarde os cuento la odisea de internet, cómo van mis clases de yoga y cómo poner una denuncia en India (la agilidad del sistema legal indio...).
Avisto: post pesimista.
Un besazo
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