Fuimos Iñigo, Elena y yo. Llegamos el viernes por la noche y nos fuimos directamente al hotel a dormir, que era MUY MUY cutre, sucio, ruidoso... pero era de lo mejorcito que había por un precio medio (aunque no tenía NADA que ver con la descripción de la Lonely Planet).
A la mañana siguiente fuimos a la casa de la Madre Teresa, donde habíamos quedado con Alexander, un señor inglés que trabajó con ella cuatro años y que estaba estas navidades como voluntario. Allí conocimos a Marusa, una señora que nos dejó impresionados a los tres. Lleva 11 años yendo a Calcuta a trabajar en la Casa de Moribundos, que es la que fuimos a ver. Pasa 6 meses en España y 6 en Calcuta.
Nos contó que tenían unos voluntarios que recogen a los moribundos de las calles y los llevan a la casa. Una vez allí los separan entre los deshauciados y los que tienen heridas curables. A los deshauciados les dan cama, alimentan, limpian y hablan hasta que mueren, en cuyo caso se les incinera si son hindúes o se les entirra si son cristianos o musulmanes. Si lo que tienen son heridas graves, se las curan (con unos medios muy precarios), se les alimenta... y se quedan en la casa hasta que se les pueda devolver al sitio donde fueron encontrados.
La casa es grande, con capacidad para unos 100 enfermos, 50 hombres y 50 mujeres, que están separados en dos cuartos. Cada cuarto tiene tres filas de camas donde están tumbados. También tienen un cuarto con duchas y baños (todo de piedra) porque a todos los enfermos se les baña todos los días, una pequeña cocina muy arcaica, una capilla y un comedor para los voluntarios. En el tejado tienden la ropa de los enfermos, que lava cada tres días.
Nos llamó la atención sobre todo lo limpio que estaba todo. Los enfermos estaban impolutos, las sábanas limpias, los suelos relucientes... Nos explicó Marusa que eso formaba parte de la muerte con dignidad que pretendían que tuvieran los moribundos, y que se pasaban todo el día fregando para que estuviera reluciente. Nos enseñó las dos salas, la de hombres y la de mujeres y nos presentó a alguno de los enfermos y nos explicaba lo que le pasaba a cada uno. Lo que más nos impresionó fue la historia de una chica de 25 años que había sido quemada por su marido. La pobrecita estaba muy mal, con todo el cuerpo lleno de quemaduras, y con los ojos tristes y apagados. Nos explicó Marusa que las monjas no sabían qué hacer con ella cuando se le curasen las heridas porque si volvía con su marido, éste la iba a matar, mientras que tampoco podía volver con su familia porque una mujer, en el momento de casarse, ya no puede volver con su familia, es una ofensa terrible. Si la dejaban en la calle, con todo el cuerpo quemado, lo más probable es que la violaran por su falta de movilidad, ya que, en India, una mujer que ha sido quemada es porque algo malo ha hecho, y por lo tanto no se le debe ni respetar. Nos dijo Marusa que lo más seguro es que la niña se metiera a monja, o que se quedara en la casa como voluntaria ayudando con otros enfermos.
La Órden de las Hermanas de la Caridad (que es la de la Madre Teresa), no sólo tiene casas para moribundos, también tiene leproserías y casas para niños, que son orfanatos. La buena noticia que nos dió Marusa es que prácticamente el 100% de los niños son adoptados y que casi no hay suficientes niños para las peticiones de adopción que se reciben. Además, en el orfanato de Delhi se tramitan las adopciones de Europa (¡incluído España!) y que es maravilloso ver a los padres llegar al orfanato, conocer a los niños, y ver el proceso de adaptación de tres o cuatro días de los padres con el niño hasta que finalmente se lo llevan. Lo duro de estos orfanatos son los niños con discapacidades, que nadie quiere adoptar.
Nos impresionó tanto la visita a la Casa, que hoy mismo vamos a la sede de Delhi, a apuntarnos como valuntarios (las becarias y yo para el orfanato e Iñigo para moribundos porque en el orfanato no aceptan hombres) y empezar a hacer algo el tiempo que tengamos libre.
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.Por lo demás, Calcuta nos decepcionó bastante. Es muy sucio, decrépito, las casas derruidas, grises... Era la capital de la India en la época colonial de los ingleses, pero de su herencia sólo han quedado un par de edificios y el "Victoria Memorial Hall", que es un edicio muy bonito, pero deja de contar.
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.Mañana nos vamos a Goa, a pasar Fin de Año, así que ya os contaré el jueves por la noche. Nos apetece mucho ir a la playa, y sobre todo COMER PESCADO (en Delhi casi no hay). El viernes volvemos a recibir visita (¡¡¡¡YUUUJUUUUU!!!!), y aunque nos quedamos el fin de semana en Delhi, la semana siguiente nos vamos a Jaipur y a Udaipur, a seguir conociendo el Rajasthan.
Un besazo ENORME a todos. Hemos de confesar que estamos asombrados con la sequía de comentarios que hay ultimamente en el blog...
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